martes, 4 de noviembre de 2008

A falta de calaveras

Los muertos se quedaron sin palabras y los enterraron vivos. En la tierra hay muchos cementerios; en todos, hay vivos enterrados como muertos y, a cambio, hay muertos desenterrados como vivos.

Ser vivo ha de ser más fácil que ser muerto. Pero ser muerto tiene lo suyo. A veces, los perros vivos se acuestan encima de uno y se quedan ahí, muertos, acompañándonos hasta que amanece. Odio a los perros porque ladran como vivos y me despiertan. Amo a los gatos porque ladran como perros muertos.

Alguna vez fingí haber estado muerto. Me quedé tan callado que pensaron que lo estaba. Porque los vivos aseguran que los muertos no hablan, y los muertos, que todo saben, mejor callan.

6 comentarios:

Unknown dijo...

quiero ser la primera en darte un comentario, FELICIDADES , y que sigas teniendo esa creatividad para escribir la cotidianidad de cada dìa o de cada situaciòn que valga la pena plasmarla aquì para compartirlo con tus amigos y pasen un rato agradable

Charly García dijo...

Gracias por sus palabras y ojalá nos siga leyendo, salomé. Saludos.

Anónimo dijo...

oye pues muy buena he me gusto

Charly García dijo...

Claudia, para la próxima pon tu nombre para que yo sepa a quién le respondo, va? Gracias por comentar.

Unknown dijo...

Hey, que pasa? no has escrito nada, ya comente a tus amigos, pero no les digas que soy yo, es secreto. Entre tu y yo.

Lúthien Ringëril dijo...

ya extrañaba leerte! ojalá escribas más seguido