Historia inconclusa

La historia es la misma de siempre, llegas a la fiesta con tu gente, te das cuenta que el local es pequeño y todas las mesas están llenas. Forman una bola y esperan pacientemente mientras observan que las demás personas, en sus lugares, comen sus tacos y beben sus gaseosas. De pronto, se percatan que un amigo forma parte de la escolta que reparte los tacos. Él, se porta a la altura y les reparte tacos a todos, el refresco llega, y llega también el alcohol cortesía de tus nuevos amigos. Al igual que siempre, estás nervioso y no sabes cómo actuar, aunque por un momento los tacos en tu boca te hacen olvidar todas esas cosas. Eres feliz, no habías comido en todo el día.

Los tacos estuvieron sumamente deliciosos, aunque dos no fueron suficientes. Por gracia divina una de mis amigas me dice que está llena y me regala uno de sus tacos. Tres fueron suficientes para mí. La comida se acabó y me arrepentí por no haber guardado algo para las chicas que aún no habían llegado.

Las chicas llegaron y fue ahí donde la vi, hermosa y gloriosa. No es verdad, la vi igual que siempre, con la simple diferencia de que se había esmerado un poco más en su arreglo con motivo de la fiesta. No fue sino hasta cuando bailé con ella que lo supe. Y como dice la canción: me enamoré de la persona ideal. No me enamoré literalmente de ella, pero cuando bailaba lo supe, y no sé qué es lo que me pasa, pero, hasta ahora, el único lugar que me permite decidir si una persona es compatible o no conmigo, es la pista de baile, y ella, es definitivamente compatible conmigo.

Oh lo olvidaba, a nadie le interesa mi vida personal, pero como nadie lee esto salvo algunos frikies y el pinche dwarf que nunca escribe ni madres, seguiré con mi relato.

La verdad, ustedes perdonarán, es que no hay relato, no voy a mentirles diciéndoles que aquél baile fue tan lleno de emociones como el de la chica del congreso. Lo cierto es que mientras bailábamos esa aparatosa cumbia, soy un muy mal bailarín, pude ver su delicada silueta que me invitaba a enamorarme de ella.

¡Carajo! se supone que estas cosas sean impersonales (como en el primer párrafo), contar mi vida en primera persona es aburrido y carente de chiste, la tercera persona me permite parecer más interesante y volver a vivir aquellos momentos. La primera persona es como contarles el chisme a mis íntimos amigos, a mis lacayos sentimentales.

Así que ahora y de una vez por todas, someteré a votación las tres siguientes cosas:

1ero: mis puterrimos relatos deberán usar la tercera persona o la primera?

2do: la sección matemática deberá ser sepultada o a alguien le causó una duda cuántas mentadas palomas iban volando?

3ero: a alguien le interesa el fin de esta pichurrienta historia?

4to(pilón): Este blog deberá poner más reggaetón y viejas empelotadas?

Qué madre, es probable que pongamos viejas empelotadas, pero reggaetón jamás! Por cierto, uno de nuestros más serviciales colaboradores (tal vez dos de ellos), está a punto de irse de viaje a conocer nuevas tierras!

Así que nos quedaremos solos tú y yo, ya que como mencioné antes, el pinche dwarf ni para ir por los refrescos el cabrón.